1. Desenreda cuidadosamente
tu cabello y péinalo hacia atrás, fuera de tu cara.
2. Aplica un poco de crema
hidratante en las palmas de tus manos. Frota tus manos con suavidad y
distribuye la crema hidratante por todo tu cabello. Enfócate en hidratar las
puntas de tu cabello, las cuales son las más antiguas y las más propensas al
daño y al rompimiento.
3. Continúa peinando,
alisando y arreglando tu cabello en una cola de caballo. Lo ideal sería que la
goma elástica para la cola de caballo fuera transparente y no tuviera piezas
metálicas. La ubicación de la cola de caballo determinará el lugar para el
moño. Los moños con calcetín se pueden usar en cualquier altura de la cabeza,
incluso a un lado. La ubicación común es justo atrás (en alineación con las
orejas) o justo por encima de la nuca.
4. Inserta cuidadosamente
tu cola de caballo en el agujero del calcetín para el moño. Este proceso es
similar al que se hace con una banda para el cabello. Asegúrate de que toda la
cola de caballo pase a través del agujero.
5. Forma el moño con el
calcetín bajándolo hacia tu cabeza para cerrar cualquier espacio entre tu
cabeza y el moño. Esto también asegurará la tensión y la pulcritud del producto
final.
6. Divide tu cola de
caballo en una mitad superior y una inferior. Inclínate hacia adelante y
dispersa uniformemente tu cabello alrededor del moño. Inclinarse hacia adelante
ayuda a que la cola de caballo caiga bien y permanezca en su lugar alrededor
del moño.
7. Alisa con cuidado tu
cabello y mete las puntas debajo del calcetín del moño. Puedes fijar tu cabello
con horquillas o meterlo sin estas.
8. Como alternativa, puedes
omitir el Paso 7 y simplemente colocar una banda para el cabello encima y
alrededor del calcetín y del cabello. Las puntas de tu cabello se saldrán.
Alisa suavemente el cabello extra alrededor del calcetín, mételo debajo de este
y ponle la banda para el cabello para asegurarlo.
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